"Ésta zurda dará mucho que hablar"; esta frase salió de la boca del abuelo de Antonio Puerta cuando éste todavía era un chavalín y daba sus primeras patadas a un balón. Antonio nunca pudo agradecerle a su abuelo todo lo que había hecho por él hasta ahora. El 25 de agosto, cerca de las 22.30 horas de la noche, el jugador sevillista se desplomaba en el terreno de juego debido a una parada cardiorrespiratoria. No obstante, hizo gala de su fortaleza física y fue por su propio pie hasta el vestuario, donde desvaneció definitivamente. Después de 72horas de lucha y sufrimiento Antonio nos abandonaba para siempre. Se 'marchó' dejando un buen sabor de boca por su zurda maravillosa y sus galopadas por la banda izquierda del Sánchez Pizjuán, pero aún así, no te tenías que haber ido. Tenías muchas razones para quedarte: tu familia, tus amigos, tu novia, el hijo al que esperabas, tu Sevilla, tu selección, tu afición... y tu fútbol. Además, querías seguir dedicándole a tu abuelo todos tus goles, a la persona que más confió en ti.Pero el destino fue así de cruel y con tan sólo 22 años, vestiste de luto a tu barrio, a Sevilla y a España entera. Las lágrimas brotaban espontáneamente de los ojos de miles de sevillistas, béticos y afcionados al fútbol. "¡Otra vez estos putos mareos!", dijiste en el vestuario tras desfallecer. Jamás pensabas terminar de esta manera y dejar a todos sin reacción y pellizcándonos para adivinar que lo que sucedía era cierto. Por eso, y aunque no tuve el placer de conocerte pero sí de verte jugar, te dedico este pequeño homenaje que espero que leas desde ahí arriba con tu abuelo. Porque estoy seguro que dentro de muy poco verás desde el Palco de Honor, sentado junto al abuelo corretear y hacer las delicias del público de la banda izquierda del Sánchez Pizjuán a un chaval apellidado Puerta, como lo hizo su padre, como lo hiciste tú.
Debes estar orgulloso de lo que hiciste y no de lo que dejaste por hacer. Lograste jugar en tu Sevilla del alma, debutar con la selección española y conseguir títulos a nivel internacional. Somos muchos los que recordamos esa volea contra el Schalke 04 que metió al Sevilla en su primera final europea. Además, durante 72 horas, recordamos ese momento para que el balón volviese a entrar, pero en esta ocasión, el balón dio en el palo, el la línea de gol y se marchó fuera, como el sueño de miles de sevillistas y el tuyo propio. Conseguiste tambíén unir a béticos y sevillistas (ojalá que para siempre) y lograste que Lopera y Del Nido se fundieran en un abrazo sin precedentes en la historia. Lograste que por unas horas se olvidara la rivalidad y tu espíritu permaneciera eternamente. Debes estar orgulloso por eso y porque 50.000 personas te acompañaron en tu penúltimo 'hasta luego' para decirte 'Hasta Siempre'. Debes estar contento por haberle dejado a tu mujer el mejor de los regalos, tu hijo Antonio o Aitor, es lo de menos, lo importante es que se apellidará Puerta.
El Sevilla ha retirado 'tu' dorsal 16 hasta que lo porte tu hijo y rememore las hazañas de su padre, de ti. Todavía no nos creemos que te hayas ido, y aún pensamos en escuchar tu nombre en la alineación del Sevilla. Te 'suplicaron' que te fueras del club para disfrutar de los minutos que ahí no ibas a tener, pero fuiste cabezón y decidiste seguir hasta consegrui ser titular; y ya creo que lo conseguiste. 'Chapeau' para el mundo del fútbol por su apoyo incondicional al Sevilla y a ti mismo, demostrando que todavía queda gente se da cuenta de que los futbolistas son además personas.
Ahora comienza un nuevo partido para ti y para los que dejaste; quizá el más duro, pero seguro que no hay día que no miren al cielo para saludarte y para decirte que te quieren. Estoy seguro que tu hijo estará muy orgulloso de ti cuando le cuenten todo lo que hizo su padre. El fútbol y la afición te han brindado el homenaje merecido, porque el que siembra, al final recoge, y tu alegría quedará de legado en tu Sevilla. Pero hay que mirar al futuro con optimismo y de frente, como lo hubieras hecho tú, esbozando cada minuto, cada segundo una sonrisa de oreja a oreja. Ése es sin duda mi homenaje para ti. Además, el himno del centenario estará vacío sin ti, y debes hacer otra versión: "Cuentan por toda Sevilla, que un 26 de noviembre nació una ilusión, su nombre era Antonio Puerta..." El resto terminalo tú, campeón. Descansa en paz, amigo.
Debes estar orgulloso de lo que hiciste y no de lo que dejaste por hacer. Lograste jugar en tu Sevilla del alma, debutar con la selección española y conseguir títulos a nivel internacional. Somos muchos los que recordamos esa volea contra el Schalke 04 que metió al Sevilla en su primera final europea. Además, durante 72 horas, recordamos ese momento para que el balón volviese a entrar, pero en esta ocasión, el balón dio en el palo, el la línea de gol y se marchó fuera, como el sueño de miles de sevillistas y el tuyo propio. Conseguiste tambíén unir a béticos y sevillistas (ojalá que para siempre) y lograste que Lopera y Del Nido se fundieran en un abrazo sin precedentes en la historia. Lograste que por unas horas se olvidara la rivalidad y tu espíritu permaneciera eternamente. Debes estar orgulloso por eso y porque 50.000 personas te acompañaron en tu penúltimo 'hasta luego' para decirte 'Hasta Siempre'. Debes estar contento por haberle dejado a tu mujer el mejor de los regalos, tu hijo Antonio o Aitor, es lo de menos, lo importante es que se apellidará Puerta.
El Sevilla ha retirado 'tu' dorsal 16 hasta que lo porte tu hijo y rememore las hazañas de su padre, de ti. Todavía no nos creemos que te hayas ido, y aún pensamos en escuchar tu nombre en la alineación del Sevilla. Te 'suplicaron' que te fueras del club para disfrutar de los minutos que ahí no ibas a tener, pero fuiste cabezón y decidiste seguir hasta consegrui ser titular; y ya creo que lo conseguiste. 'Chapeau' para el mundo del fútbol por su apoyo incondicional al Sevilla y a ti mismo, demostrando que todavía queda gente se da cuenta de que los futbolistas son además personas.
Ahora comienza un nuevo partido para ti y para los que dejaste; quizá el más duro, pero seguro que no hay día que no miren al cielo para saludarte y para decirte que te quieren. Estoy seguro que tu hijo estará muy orgulloso de ti cuando le cuenten todo lo que hizo su padre. El fútbol y la afición te han brindado el homenaje merecido, porque el que siembra, al final recoge, y tu alegría quedará de legado en tu Sevilla. Pero hay que mirar al futuro con optimismo y de frente, como lo hubieras hecho tú, esbozando cada minuto, cada segundo una sonrisa de oreja a oreja. Ése es sin duda mi homenaje para ti. Además, el himno del centenario estará vacío sin ti, y debes hacer otra versión: "Cuentan por toda Sevilla, que un 26 de noviembre nació una ilusión, su nombre era Antonio Puerta..." El resto terminalo tú, campeón. Descansa en paz, amigo.
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